Annabelle, la pobre muñeca diabólica

Hola credulillos ¿Cómo ha ido el mes de los difuntos? ¿Habéis pasado mucho miedo?

Lo primero quería pedir perdón por el retraso con mi post. Pero os compensaré; no os he escrito hasta ahora porque estoy preparando algo grande… pero en fin, vamos a lo que vamos.

Para los más temerosos de Dios, el demonio es algo en lo que hay que creer sí o sí. Y el cine les ayuda mucho. Sin irnos más lejos, este fin de semana fui a echarme unas risas con la película Annabelle. Y digo risas porque, a parte de un par de sustos, el resto era prácticamente de broma.

Después me puse investigar sobre esa «historia real» de la que hablan todos. Esa muñeca de trapo que a día de hoy sigue fastidiando a quien se mete con ella. La última vez al parecer fue hace un par de años cuando un chaval se rió de la muñeca en el museo y sufrió un trágico accidente de moto.

¡Ay credulillos! ni siquiera voy a usar una explicación científica para demostrar que esto es una tontería… ¿O es que todos los accidentes de tráfico los causa el demonio?

Aquí os dejo una foto de la verdadera AnnaBelle, para que veáis que de demoniaca nada.

No puedo perdonar a la iglesia y al cine el mal que han hecho a las pobres muñecas. Yo creo que el Papa tiene una campaña contra Toys r us, porque tanta muñeca poseída a mi me huele a chamusquina.

¿Y vosotros qué? ¿Aún creéis en las muñecas diabólicas?